domingo, 7 de octubre de 2007

Roma: Icaro y Dédalo (El Hijo de Dédalo)

La historia de Icaro y Dédalo es un texto escrito por el escritor romano Ovidio basado en las historias de Homero y otros escritores griegos.

La historia cuenta que Minos tiene un hijo mitad toro mitad hombre (minotauro. Este hijo le trae mucha vergüenza a la familia y Minos decide desaparecerlo. Minos busca a Dédalo, el mejor artesano que existía, y le pide que haga un laberinto para esconder al minotauro. Dédalo accede y junto con su hijo Ícaro construye un gran laberinto, muy complejo y confuso. De aquí hay dos versiones, una dice que el laberinto era tan grande que Dédalo se perdió adentro, otra versión dice que fue condenado por el Rey Minos a quedarse exiliado adentro del laberinto; pero lo que importa es que Dédalo e Ícaro están encerrados en el laberinto sin una forma de salir.

Dédalo, con lo creativo que es, se da cuenta de que la única forma de escapar es por el aire. Así que hace unas alas de cera y de plumas para volar hacia la libertad. Dédalo solo le dice una cosa a su hijo, que no se acerque al sol, ya que este derretiría las alas. Como era de esperarse, Ícaro, emocionado por el sentimiento de volar, vuela lo más alto que puede. Sus alas se derriten por el calor del sol e Ícaro cae al mar, donde muere una muerte trágicamente romántica (como les gusta a los griegos y a los romanos).


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